miércoles, 11 de noviembre de 2009

Sin sentido no hay cine


El problema en muchas películas hoy en día no es tanto que utilicen diálogos como que los utilicen cuando habría otra forma de expresar lo que se pretende expresar con medios más cinematográficos. La razón por la que podemos considerar que sería mejor si el cine llegaría a ser más 'puro' es el inmenso aumento de intensidad emocional y expresiva que gana el cine cuando su narrativa no se basa en la palabra intelectual pero en 'hechos observables' (Dziga Vertov), símbolos, acciones y expresiones corporales y faciales. Es mucho más fácil contar una historia en el cine si utilizamos la palabra para explicar conceptos o acontecimientos más complejos porque no existe un código establecido para el significado de las imágenes como lo explica Rudolf Arnheim en su obra El cine como arte. Pero a pesar de ello en cada película conviene buscar una forma de expresarse minimizando el uso de las palabras al mínimo para aprovechar la fuerza emocional y expresiva que tienen las imágenes en movimiento y el silencio – refriéndose a la frase de Robert Bresson “El cine sonoro ha inventado el silencio” (Notas sobre el cinematógrafo). Por ello no hay que prescindir del sonido ambiente que puede incluso aumentar la fuerza expresiva de las imágenes.

Pero no nos debemos olvidar de una cosa: sin sentido no hay cine. Una pequeña aclaración sobre el cine puro. En su obra El cine como arte Rudolf Arnheim aclara que el cine tiene la capacidad de ser arte justamente por sus limitaciones (encuadre, colores, etc.,). En su definición da por hecho una base que es la que hoy en día muchos “artistas” se olvidan: solamente podemos considerar una obra de arte como tal si está creada con el fin de transmitir un mensaje – del tipo que sea. No se trata por lo tanto de crear un cine puro incomprensible de pura estética, pero al contrario de buscar nuevas formas de expresión artística y de contenidos prescindiendo del lenguaje hablado o escrito.

Otro fenómeno no poco habitual son artistas que dan por hecho desde el principio que los espectadores de su obra no podrán entender la sensación o emoción profunda que quieren transmitir con ella. Por esta razón dejan de preocuparse del todo de la pregunta si su obra está expresando lo que pretenden o, mejor dicho, si se comunica de manera eficaz con los espectadores. Esto nos lleva a un cuestionamiento radical del sentido de la creación artística: si el creador se vuelve autista y deja de crear para comunicarse con sus congéneres, ¿qué sentido tiene la creación de la obra? Tendríamos que considerarla como el equivalente a un lenguaje privado – haciendo referencia al lenguaje hablado – que no se puede considerar lenguaje porque no es decodificable.

lunes, 26 de octubre de 2009

Apuntes sobre el cine puro

En cine hay que utilizar las imágenes y los sonidos, que corresponden a las palabras en el lenguaje hablado o escrito, de una manera muy distinta para formular frases. Parece fácil distinguir cosas que podemos decir con un lenguaje audiovisual puro y las que no: las frases que describen acciones, objetos o paisajes parecen fáciles de plasmar en la pantalla, la “traducción” de una conversación, el pensamiento, la percepción o la emoción de un personaje difíciles o imposibles. Son las vanguardias que siempre han intentado explorado justamente este campo de expresión y el cine clásico o comercial ha podido aprovecharse de algunos de sus experimentos como por ejemplo en las películas de terror para expresar sentimientos y sensaciones de angustia o para expresar estados alterados de conciencia a causa del consumo de drogas. El cine vanguardista muchas veces ha trabajado con imágenes simbólicos que requieren un conocimiento previo por parte del espectador, pero ocurre lo mismo con el lenguaje hablado o escrito: si no conocemos un vocablo no entenderemos una frase en la que entender su significado es fundamental. Sería posible establecer un código fijo de significados de imágenes y sonidos para poder formular frases audiovisuales que tienen un significado único. La pregunta es si sería deseable. Si queremos formular una frase de esta manera ya disponemos de un lenguaje para hacerlo. Además se trataría de convertir el lenguaje cinematográfico en un código de una élite educada. A lo mejor se trata por lo tanto de dos cosas principales: por un lado de pensar cuál es realmente el lenguaje que necesitamos para transmitir cada mensaje que tenemos y no intentar de decir algo con palabras que no las requiere ni tampoco querer plasmar un hecho puramente intelectual en una imagen y por el otro de buscar imágenes y sonidos que transmiten un mensaje de manera clara sin que se tenga que conocer el código. Existen procesos psicológicos de percepción que funcionan independiente de la cultura de una persona: dientes largos y agudos dan miedo, imágenes de naturaleza nos causan placer, la oscuridad nos crea una sensación de inseguridad, etc., En otras palabras: basta con películas que necesitan de explicaciones verbales o escritas para que se entienda cada escena y basta con películas basadas en diálogos que serían más adecuados para la radio. Si queremos hacer cine no debemos ir por el camino más fácil. Siempre es más interesante buscar formas para evitar la palabra cuando existe otra posibilidad de expresar lo que queremos expresar. Se supone que la labor de un cineasta es creativa, pero solamente podemos considerarla como tal si no se repite el mismo esquema otra y otra vez, pero cuando se innova y se busca nuevas formas de expresión constantemente.
Podemos considerar que el cine como lenguaje puro sirve para dar cuenta principalmente de dos cosas: hechos observables (lo cual incluye puestas en escena que crean un hecho observable construido a propósito de ser filmado) y acciones. Estas imágenes pueden ir acompañadas por sonidos que evocan una connotación emotiva, pero en un principio el lenguaje cinematográfico puro no puede transmitir discursos como el lenguaje escrito. O eso parece en el primer momento. Debemos pensar que todo aquello que decimos o escribimos se basa en la observación de un hecho – incluso si no es una observación que hemos hecho nosotros mismos, pero una persona intermedia que nos comunica lo observado. ¿Qué ocurriría si intentaríamos reemplazar los diálogos y discursos hablados o escritos que vemos y oímos en el cine por la representación de los hechos observables y acciones de los que parten estos discursos? Habrá que intentarlo.

Fuentes:
  • Película: El hombre de la cámara de Dziga Vertov
  • Película: La edad de oro de Luís Buñuel
  • Película:Koyaanisqatsi deGodfrey Reggio
  • Película: Baraka de Ron Fricke
  • Libro: Cine y Vanguardias artísticas de Vicente Sanchez-Biosca
  • Libro: El cine como arte de Rudolf Arnheim

viernes, 21 de agosto de 2009

Las antiguas reglas del cine – hacía nuevos lenguajes

El cine comercial occidental, la televisión y la publicidad han inventado – aunque reclaman haberlos 'descubierto' – gran variedad de reglas de cómo se debe realizar y montar una película para que los espectadores la entiendan. Son reglas como “al grabar una escena no nos debemos saltar el eje de 180° porque al hacer lo contrario los espectadores perderán la comprensión del espacio”, “cuando cambiamos de un plano a otro debe de haber un cambio de al menos 30°” o “para captar la atención del espectador es recomendable construir montajes siempre muy dinámicos”. Reglas como estas se enseñan en las escuelas de cine y de televisión, nos las encontramos en los manuales que publica el Instituto Oficial de Radio y Televisión y de manera menos consciente las aprendemos a través de nuestro consumo audiovisual.

El pensamiento de base de estas reglas y recomendaciones es la suposición que los espectadores son relativamente inflexibles y poco educados a nivel audiovisual. Es muy cuestionable si siguen siendo válidas en el momento actual cuando el consumo audiovisual de la población – especialmente de la población joven – se ha diversificado de manera explosiva. Constantemente nos encontramos con estilos de montaje novedosos, se recuperan los resultados de la fase experimental de los años sesenta y setenta y se aprovecha al máximo las posibilidades técnicas que ofrecen las nuevas tecnologías.

A lo mejor nos deberíamos plantear si los viejos manuales del Instituto Oficial de Radio y Televisión no están ya caducos y listos para ir a la basura – y esto que nuestro ejemplar es del año 2001. Muchas cosas han cambiado desde el año 2001. Y si nos fijamos en otro cine como el que nos llega de Asia podemos observar que no siguen las mismas reglas que nos parecían dadas por nuestro aparato perceptivo. Y lo mismo ocurre con el antiguo cine soviético de los años veinte. Si nos atamos a las reglas de un cine que está por morir en lugar de explorar las nuevas posibilidades que ofrece el medio audiovisual lo único que lograremos es alimentar una forma audiovisual que sobrevive solamente gracias a subvenciones estatales y estrategias de marketing masiva. Ha muerto el cine – viva el nuevo cine.

Fuentes:
  • Libro: 'Realización y producción en televisión' de Gerald Millerson
  • Película: 'Weekend' de Jean-Luc Godard
  • Película: 'El hombre de la cámara' de Dziga Vertov
  • Película: 'Screaming Masterpiece' de Arl Alexander Ergls Magnússon


Anonimato from Dani Kintopp on Vimeo.

viernes, 14 de agosto de 2009

La relación entre imagen y sonido



Pronto se cumplirán los 110 años desde la primera proyección de una pieza de cine sonoro en la ciudad de París. Desde entonces las posibilidades técnicas de fusionar imágenes y sonidos han aumentado de una manera increíble. En el cine comercial o en la producción de piezas audiovisuales habituales el uso del sonido pocas veces llega más allá de juntar imágenes con sonidos propios (sonido ambiente) y sonidos ajenos (doblaje, sonidos grabados en sitios ajenos al plató o escenario, etc.,) en el montaje. Normalmente el sonido está subordinado a la imagen. No es así en la creación artística de obras audiovisuales.

Algunos ejemplos nos hemos podido encontrar en el encuentro Summerlab 09 que se ha celebrado este mes en el Centro de Arte y Creación Industrial Laboral. Aquí se encontraron cerca de 80 personas relacionadas con “artistas digitales que trabajan con herramientas libres para producir toda clase de proyectos de arte electrónico”. Muchos de los artistas quienes estuvieron presentes tienen una fuerte influencia de la cultura VJ (Video Jockey) que les incita a buscar formas como el sonido puede afectar y manipular una imagen.

Ellos trabajan con herramientas muy variadas: programas como el Pure Data que es capaz de convertir las frecuencias de un sonido en el número de fotograma de un vídeo o en el nivel de saturación de sus colores, programas de VJ como el Modulate que permite 'pinchar vídeo' como si fueran piezas musicales, lenguajes de programación como el Processing que puede traducir ondas de sonido en gráficos abstractos y hardware Arduino, una placa de entradas y salidas que se puede conectar con todo tipo de elementos para manipularlos electrónicamente.

Ejemplos de posibles resultados de este tipo de investigaciones artísticas nos podemos encontrar en las ya conocidas plataformas de vídeo en Internet:

Ejemplo de Processing: http://www.youtube.com/watch?v=VyNA56kU0CM&hl=es

Ejemplo de Arduino: http://www.vimeo.com/2885437

Ejemplo de manipulación de vídeo en Pure Data: http://www.vimeo.com/6102232

Los que hemos visitado la exposición “Máquinas y Almas” en el Museo de Arte Reina Sofía el año pasado nos podemos imaginar fácilmente lo que podrían conseguir estos artistas si se les concedería espacios y presupuesto para desarrollar y poner en práctica sus ideas innovadoras que al fin de cuentas servirán a la producción de nuevas formas narrativas de todo el sector audiovisual.


Fuentes:

http://en.flossmanuals.net/PureData/Introduction

http://www.museoreinasofia.es/index.html

http://summerlab.hangar.org/

http://www.hangar.org/drupal/

http://www.laboralcentrodearte.org/

miércoles, 15 de julio de 2009

Las redes (¿)sociales(?) en Internet

En su libro “La resistencia” el escritor argentino Ernesto Sabato escribe lo siguiente:

Nuestro tiempo cuenta con teléfonos para suicidas. Si, es probable que algo se le pueda decir a un hombre para quien la vida ha dejado de ser el bien supremo. Yo mismo, muchas veces, atiendo gente a borde del abismo. Pero es muy significativo que se tenga que buscar un gesto amigo por teléfono o por computadora, y no se lo encuentre en la casa, o en el trabajo, o en la calle, como si fuésemos internados en alguna clínica enrejada que nos separa de la gente a nuestro lado. Y entonces, habiendo sido privados de la cercanía de un abrazo o de una mesa compartida, nos quedarán “los medios de comunicación”.

Parece que Sabato estuviera hablando de las plataformas como Facebook o Tuenti, solo que estas todavía no existían de la manera como ahora en el año 2000 cuando escribió “La resistencia”. Pero ¿cómo debemos entender estas palabras? ¿Como las palabras de un anciano de 89 años que ya no entiende como el mundo de “la gente joven” o como un alegato que reclama más relaciones en el espacio real que en el virtual o mediado?

Una meta que podríamos proponer podría ser algo como “siempre cuides que tengas más encuentros con personas en el espacio físico que visitas en tu perfil virtual”.Últimamente nos encontramos con cada vez más voces preocupadas por la seguridad de los más jóvenes en las redes sociales donde exponen su vida más íntima ante prácticamente cualquier persona que quiera acceder a ello. Escuchamos de empresas que “investigan” las cuentas de las personas que postulan para puestos de trabajo, publicistas que se aprovechan de conocimiento sobre los usuarios para venderle lo que no necesita, etc., pero no debemos olvidarnos de una cosa: mientras que se nos da las herramientas necesarias tenemos la posibilidad de elegir libremente.

Nadie nos obliga a revelar de quien estamos enamorados en el Facebook, nadie nos obliga a utilizar nuestro nombre verdadero al crear una cuenta, nadie nos obliga a compartir datos que consideramos íntimos con todo el mundo. Podemos hacer un uso responsable de las redes sociales. Pero queda un problema: las “redes sociales” más utilizadas de hecho son nada más que “redes privadas” en manos de empresas - y no existen leyes que regulan criterios que tienen que cumplir estas páginas. Las redes sociales en Internet son un nuevo espacio público-privado y si la empresa nos quiere excluir de esta “plaza pública” lo puede hacer. Se trata de “su edificio”.

Fuentes:
  • Libro: Ernesto Sabato, La resistencia
  • Libro: Jeremy Rifkin, La era del acceso
  • http://www.facebook.com/
  • http://www.tuenti.com/
  • http://www.spiegel.de/netzwelt/web/0,1518,druck-519295,00.html
  • http://toronto.ctv.ca/servlet/an/local/CTVNews/20070503/facebook_ontario_070503?hub=TorontoHome

domingo, 12 de julio de 2009

Cine en directo

El desarrollo de todos los medios siempre ha sido determinado por las posibilidades técnicas que proporcionaba. Desde la “era digital” parece que la clave es más si nos damos cuenta de las posibilidades que tenemos ya. A través de la informática nos podemos construir cualquier espacio virtual - siempre cuando nos lo podemos imaginar y disponemos de los medios necesarios.

Hace pocas décadas la producción cinematográfica era una tarea inmensamente costosa que se limitaba a unos pocos profesionales. Si en este blog estaríamos hablando de lo que lo que habitualmente se entiende por “cine” (el cine comercial) podríamos incluso decir que en este sentido no ha cambiado nada: “Camino” de Javier Fesser ha tenido un presupuesto de cerca de cinco millones de euros. Pero como aquí no hablamos del cine comercial habitual, pero de experiencias audiovisuales que rompen el esquema de lo que entendemos como cine podemos atrevernos a decir que ya no es así.

Lo que esto posibilita es más que nada una explosión de los géneros audiovisuales. Como ocurre también con los géneros musicales, cada vez es más difícil definir cajones con los que ordenar la producción audiovisual. Una de estas vertientes nuevas es el “cine en directo”, una deriva de la práctica Videojockey. En los últimos años han aparecido artistas quienes en lugar de simplemente acompañar los Diskjockeys en las discotecas han empezado a introducir narrativas en sus montajes en directo y de esta manera han creado un nuevo género de cine más intuitivo y experimental que sigue una lógica totalmente propia.

Habrá que ver si dentro de unos años veremos películas como vamos a conciertos.

Algunos ejemplo para este modelo cinematográfico: http://www.labmeta.net/ y http://www.nlab.org.uk/

Fuentes:

  • http://www.adn.es
  • http://www.mappingfestival.com
  • http://professorvj.blogspot.com

jueves, 9 de julio de 2009

Videoreciclaje

Una de las tendencias actuales es el reciclaje. Y con esto no nos referimos solamente al reciclaje de basura, comida y muebles, también el mundo audiovisual se ve afectado. Quizás esto se debe a la inmensa producción de imágenes y sonidos que ha posibilitado el abaratamiento de las cámaras de vídeo domésticas y profesionales y el acceso más fácil a los archivos audiovisuales. Incluso ha aumentado notablemente la cantidad de material bajo licencias libres fácilmente descargables.

El montaje de archivo no es un fenómeno nuevo. Aparte del hecho que todas las televisiones desde hace muchos años utilizan su propio archivo para montar sus noticias, supuestamente de actualidad, nos podemos encontrar gran cantidad de películas experimentales desde los años setenta que desarrollan su discurso basándose en imágenes grabadas por otras personas en otro momento histórico. Lo nuevo es la facilidad con la que se puede llevar a cabo estos trabajos lo cual permite que más y más personas se puedan empoderar del medio audiovisual y crear sus propias historias.

Un ejemplo de montaje de materiales antiguos es la película “Histoire(s) du Cinéma” de Jean-Luc Godard, un collage de material cinematográfico que le sirve para reflexionar sobre la historia del cine y su significado político. También están cortometrajes españoles recientes que se muestra en secciones especiales de festivales de cine que utilizan imágenes de Internet de páginas como Internet Archive para construir sus historias propias. Otro ejemplo representativo es la película “East of paradise” en cuya segunda parte el director Lech Kowalski habla desde el off sobre si mismo y para ello utiliza imágenes de su archivo personal.

Este último director últimamente ofrece otro modelo nuevo de aprovechar las nuevas posibilidades tecnológicas que ofrece Internet para crear obras cinematográficas. Ya hablaremos de ello.

Fuentes:

  • http://www.taringa.net
  • Película: Histoire(s) du Cinema de Jen-Luc Godard
  • Película: East of Paradise de Lech Kowalski
  • http://www.camerawar.tv/